Centro integral para el padecimiento mental

Abstract

La problemática de la Salud mental nos obligó a pensar nuestro trabajo final de taller de arquitectura desde la salud y específicamente desde Salud Mental. Esto significa investigar el tema en su campo específico: la psiquiatría, y paralelamente, la forma arquitectónica como expresión en las diferentes épocas de la concepción social existente en esos momentos, sobre la enfermedad mental.

Nadie discute que el tema es de gran importancia y nadie omite sus repercusiones. Sin embargo al plantear los problemas fundamentales tales como el límite entre la cordura y la locura, el concepto de enfermedad mental, etc., surgen las primeras dificultades y diferencias de opinión, se descubren divergencias esenciales entre especialistas en el tema, dan imágenes distintas y a veces contradictorias, sobre un mismo hecho. En efecto la Salud Mental, constituye un tema tan extenso y complejo que no podría caber íntegramente en el marco de este análisis. Por ello y debiendo la arquitectura participar en la evolución social, aportando propuestas para satisfacer sus necesidades, en base a las nuevas concepciones, teniendo en cuenta el contexto histórico y cultural, para la realización de este trabajo se consideró los aspectos históricos, legales y conceptuales que confieren un “recorte” de esta temática tan compleja que es la Arquitectura en servicio de la Salud Mental.

Hacerle frente a un tema, donde se estigmatiza “la locura”, se excluye, se rotula de “enfermo mental”, a personas que ven otra realidad, con trastornos de conducta que desencadenan la pérdida los vínculos sociales, significa para nosotras una gran responsabilidad que nos llevó a pensar que sería un gran desafío para despertar a la sociedad a través de nuestra tesis de arquitectura.

La persona que padece un problema en salud mental debe afrontar una doble dificultad para recuperarse: la enfermedad en sí y los prejuicios y discriminaciones que recibe por padecerla. Es, el estigma social, una carga de sufrimiento que incrementa innecesariamente los problemas de la enfermedad y constituye uno de los principales obstáculos para el éxito del tratamiento y de la recuperación.